Running

Running: los dolores musculares.

800x800¿Sabés cuándo tenés que parar?

Las molestias después de hacer una actividad fuerte o prolongada son normales, no es raro si después de un día intenso de running te cuesta más bajar las escaleras o levantarte de la cama.

Tenés que empezar a analizar las molestias para determinar si podés continuar tu entrenamiento o es momento de tomarse un tiempo. Los dolores musculares son normales, el tejido muscular fue sometido al estrés del ejercicio y tiene que relajarse. A veces hasta es una buena señal de que tu cuerpo se está adaptando y se está haciendo más fuerte. La pregunta que te tenés que hacer en ese instante es: “¿puedo seguir corriendo o tengo que esperar a que pase?”. Para responder vamos a tener en cuenta tres tipos de momentos de dolor.

 

  • Dolor mientras corrés.

A veces sólo experimentás una molestia cuando todavía estás ejercitando. Puede ser debido al movimiento biomecánico que empuja el cuerpo hacia abajo y el impacto que rebota en los músculos, estos segregan activadores químicos que accionan fibras nerviosas de dolor. Es completamente normal y una forma fácil de resolverlo, o reducirlo, es utilizando un buen calzado que disminuya el impacto. Son necesarias zapatillas con buena amortiguación y que no estén deformadas por el uso. Otra opción es cambiar el terreno de entrenamiento y probar con superficies más blandas, por ejemplo, si solés entrenar en cemento probá correr en tierra por un tiempo. Si con esto no es suficiente tendrás que bajar la intensidad, disminuir el kilometraje o intercalar con momentos de caminata.

 

  • Dolor después de entrenar.

Este se conoce también como “fiebre muscular” y puede aumentar entre las 24 y 48 horas. A veces demora cinco días en desaparecer por completo. Sucede por haber ejercitado más de lo que están acostumbrados los músculos. Por lo general se siente después de series cortas, competencias o algún entrenamiento fuera de lo habitual. No te preocupes, las células se repararán y fortalecerán. Podés seguir corriendo con intensidad suave. Si no mejorás a la semana es hora de ir al kinesiólogo.

 

  • Dolor con los años

Si bien con el tiempo los músculos se acostumbran a la actividad y se lesionan menos, con el pasar de los años el cuerpo es más proclive a sentir dolores. El número de células disminuye como síntoma de envejecimiento, por eso hay menor cantidad para reparar zonas dañadas después del ejercicio. Con los años es fundamental empezar a descansar más porque los períodos de recuperación biológicos no son los mismos. Esto no quiere decir que no podés dar el máximo en una carrera, simplemente que el descanso posterior es primordial.

 

¡Disfrutá de tu actividad preferida pero sin dejar de cuidar y escuchar tu cuerpo!